Técnica Ludovico

martes, diciembre 17, 2002

SIN ESCONDITES
Una noticia bastante agradable para aquellos que gustan de succionar lo del sexo propio.
por M.Rodolfi

Este es un país sin mayores problemas, así que nuestros gobernantes pusieron manos a la obra en sancionar leyes útiles y en tono con la realidad que estamos viviendo. Yo, por lo pronto, estaba pensando en irme de vacaciones a París, y supongo que la gente de Villa La Rana también, así que no se si esta noticia sobre la convivencia homosexual tiene algo de útil...
Pero como los argentinos nos quejamos de todo al pedo, vamos a debatirla, qué carajos!
Por lo pronto, veo bien que alguien piense en el bienestar de la gente auto-denominada "minorías", y me parece bárbaro que algún que otro político con ganas de perder el tiempo de los demás elija como gestión darles una mano a los homosexuales, pero me gustaría saber para qué sirve, en realidad, tanta pompa alrededor de todo esto...
No se pueden casar ni adoptar hijos. Entonces pienso que lo que esta ley hace es reconocer que existen homosexuales y que cojen, pese a nuestros censos nacionales. Pienso igualmente que este no es un problema de "leyes o no leyes", más bien es un problema de "existo o no existo". Y existen.
Y cuando escribo esto pienso en la tan escuchada queja: "la sociedad nos reprime!" a la cual contesto diciendo:
La sociedad reprime TODO. No hay algo que esté fuera de lo mencionado moralmente en algún texto sagrado que no sea reprimido por la Sociedad, es decir, una pareja heterosexual rascando como animales es también reprimida y mal vista por sus congéneres heterosexuales. Una pareja hetero dándose una buena mamada en una calle oscura es reprimida. Un borracho cantándole a la luna es reprimido. Un tipo con el pelo verde es reprimido. Una gorda es reprimida. Un gordo es reprimido y socialmente marginado.
Y cuando digo reprimido no me refiero a policías dándole de palos, me refiero a cualquier tipo de no-aceptación de esa gente por parte de la bendita Sociedad.
Me acuerdo cuando hace varios años, junto con el Dr.Art (MI amigo el doctor!) y varios pelafustanes más salíamos a caminar por las nocturnas calles de esta ciudad y empezábamos por algún barrio cualquiera y terminábamos durmiendo la mona en sendos calabozos de la Federal. Eso era represión, y de la linda!
Por tener pelo largo y camperas negras éramos considerados no menos que talibanes o simples pelotudos carnes de cañón que llenábamos los calabozos porque los ratis no querían salir en busca de malhechores o simplemente porque trabajaban junto a ellos.
A todo esto jamás escuché decir una queja por parte de nadie.
Era común y hasta "normal" que "gente como nosotros" terminara adentro de esas leoneras repletas de gente porque sí, o simplemente porque teníamos lindos ojos.
He conocido gente homosexual con más ganas de negarlo que de aceptarlo y NO por temor a ser reprimidos, sino porque les da verguenza serlo.
Y es por eso mismo que, muy en pocos casos, un homosexual afirma que lo es al primer contacto. Y no es que uno pretenda conocer a alguien y que el otro diga: "Mucho gusto, mi nombre es Pedro y soy homosexual..." pero sí no sentir el miedo nosotros que ellos tienen de decirlo.
Como todo juego social, están los homosexuales frenteros que no tienen un solo pelo de cagones en afirmar el "acá estoy, y qué!", y están los que lloran por los rincones la "injusticia de ser castigados por una sociedad fascista que no los comprende".
A ver si con esto queda claro:
a la sociedad en general le importa un carajo si VOS sos homosexual o no. Si lo sos te criticarán, y si no lo sos, te criticarán por otra cosa: por vago, atorrante, mujeriego, borrachín, calavera o perdedor. La sociedad es fascista por "default", no por elección.
No tiene la obligación de comprender ni querer a nada ni a nadie que no entienda y que no juegue dentro de sus normas. Tampoco tiene la obligación de hacer fuerza para "entender" algo ajeno a ellos porque la mayoría de las sociedades modernas son caníbales.
Todo derecho se gana, no viene envuelto para regalo.
Y si las sociedades modernas no se cuestinaron seria y profundamente una posible hecatombe nuclear, a qué sociedad le puede importar la existencia o no de homosexuales?
Parece increíble que todo el mundo estuviera en claro desacuerdo con las armas nucleares; pero se las justificaron con la misma liviandad con que se las criticaron. Existió una época en donde se sabía que un día podíamos estar y al otro día no.
Y convivimos con los famosos misiles, con la locura apocalíptica y hasta fueron charla de bar.
Y de los homosexuales ni noticia, parecían no existir.
Lo que no termino de entender como parte de una sociedad que no acepto, es cómo pudimos aceptar esa realidad y considerar prohibir, no la homosexualidad... sino considerar prohibir la marihuana...